Según indica el presidente de Ceapa, en España ya hay entre un 4 y 5% de colegios públicos que se basan en un modelo educativo sin tareas.
Dentro de ese porcentaje está el CEIP Miguel Hernández, de Getafe (Madrid), centro escolar inmerso en el Movimiento de Renovación Pedagógica. Su director, Alfredo Fernández, quien habla como representante del Consejo Escolar, asegura que «el libro de texto no puede situarse como el centro del aprendizaje».
En este colegio ya trabajan en un modelo educativo con apenas deberes, a pesar de las dificultades «impuestas por la administración». Se refiere al «cargado currículum» educativo, a los recortes o la «inestibilidad de la plantilla».
«En el claustro trabajamos partiendo de la realidad de que los chicos tienen una ocupación de tiempo libre infantil cada vez mayor. De alguna manera en este centro está la idea de no contribuir a esa barbaridad de horarios», afirma Fernández.
«Si en la escuela trabajan en matemáticas en el área de peso y medidas, intentamos que las familias provoquen situaciones en las que se pueda aplicar. Hacer un bizcocho, por ejemplo, donde necesitas medir, pesar, hacer cálculos. Vamos en esa línea».
Precisamente el pasado jueves, el pleno de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, aprobó por unanimidad una propuesta de resolución de Ciudadanos en la que se pide limitar los deberes escolares en Primaria. Esta aprobación llevará a debate la posibilidad de establecer un tiempo máximo de tareas, la adaptación de los deberes a los alumnos o la coordinación de estos con las familias.
«Estar tan pendientes de la formación hace olvidarnos de las verdaderas necesidades»
La campaña de Ceapa también contempla durante el mes de octubre una fase de concienciación en los centros con los representantes del profesorado. «No es una campaña para enfrentarnos a los docentes, sino para ir de la mano con ellos.Las familias debemos recuperar ese tiempo para nuestros hijos».
En este sentido, la psicopedagoga Rebeca Martínez opina que, sobre todo en infantil y primaria, hay que apostar por «reducir o eliminar» los deberes y «desarrollar actividades que hagan crecer a los niños» en el «ámbito más personal y humano». «A veces estamos tan pendientes de la formación que acabamos olvidándonos de las verdaderas necesidades: compartir horas con sus padres, jugar o pasar tiempo con amigos».
Fuente: 20minutos.es