Según el estudio Play Report realizado en los cinco mayores mercados del sector de Europa: Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido por TIE , la federación europea de industrias de juguetes, los padres españoles junto con los italianos son los que más juegan con sus hijos cada día en toda Europa.
Los niños y padres encuestados en este estudio fueron consultados sobre el tiempo de juego diario y, mientras que el 42% de los niños creen que necesitan más tiempo de juego, el 81% de los padres consideran que juegan el tiempo adecuado. Los niños también creen que sus padres juegan poco con ellos.Para los los pequeños, el juego, además de ser algo divertido, es su herramienta favorita para hacer amigos. Los padres consideran el juego algo fundamental no sólo para el tiempo de ocio de sus hijos, sino también para su educación, su forma física, su socialización y el aprendizaje de normas.
Juego tradicional y juego tecnológico
El juego favorito de padres e hijos difiere en cuanto a su tipología. Los padres se decantan por los juguetes tradicionales y para compartir el tiempo con sus hijos. De hecho, creen que las actividades y juegos tradicionales son más importantes para el desarrollo de los niños que los dispositivos móviles, los ordenadores e Internet.
El derecho del niño al juego
Son los padres quienes mayor conciencia tienen acerca de la importancia del juego como derecho de los niños. Más del 53% creen que la sociedad ha olvidado que el juego es un derecho fundamental de los niños que es necesario tener en cuenta y fomentar, ya que aporta múltiples beneficios para sus hijos.Los niños valoran el juego como su actividad favorita, y más del 75% de los encuestados aseguraron que nunca dejarían de jugar, ni siquiera cuando fueran adultos.
A través del juego, padres, hijos y hermanos se comunican y disfrutan de un tiempo de calidad juntos, por lo que constituye una herramienta esencial para fortalecer los vínculos familiares. Además, relaja la presión de la vida diaria (clases extraescolares, deberes, trabajo…) y permite disfrutar de un tiempo de ocio juntos.
Los padres son uno de los mejores compañeros de juego para los niños. Con ellos además de jugar, aprenden comportamientos y pautas a seguir, conocen nuevas normas y límites, se divierten, ríen, y sobre todo fortalecen ese vínculo emocional con una de las personas más importantes en su vida.