La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha introducido un cambio de última hora en el proyecto de real decreto de enseñanzas mínimas de Bachillerato que se aprobará este martes en el Consejo de Ministros: la calificación de la asignatura de Religión se incluirá en el título de esta etapa postobligatoria. La materia será, por tanto, evaluable, aunque su nota no computará para la media exigida para acceder a la universidad o a otros estudios ni para pedir becas.
En el texto final de 494 páginas, al que ha tenido acceso EL MUNDO, se puede leer ahora: «El título de Bachiller será único y se expedirá con expresión de la modalidad cursada y de la nota media obtenida. Ésta se hallará calculando la media aritmética de las calificaciones de todas las materias cursadas redondeada a la centésima. A efectos de dicho cálculo se tendrán en cuenta las materias comunes y optativas, así como las materias específicas de la modalidad por la que se expide el título y, en su caso, la materia de Religión». El añadido de «y, en su caso, la materia de Religión» no figuraba en versiones anteriores.
Sí se decía que «con el fin de garantizar el principio de igualdad y la libre concurrencia, las calificaciones que se hubieran obtenido en la evaluación de las enseñanzas de Religión no se computarán en la obtención de la nota media a efectos de acceso a otros estudios ni en las convocatorias para la obtención de becas y ayudas al estudio en que deban entrar en concurrencia los expediente».
Por eso, para participar en estos procesos, se pedirá la media aritmética de todas las materias cursadas «calculada sin tomar en cuenta la calificación de la materia de Religión».
En otras palabras: hay dos medias. Una se llama la «nota normalizada» y es la que tiene efectos prácticos, pues servirá para pedir becas y para ir a la universidad. Y otra figurará en el título de Bachillerato sólo a efectos simbólicos. En ella irá Religión, pero no servirá para nada, precisan fuentes del Ministerio de Educación.
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