Desde entonces, el Ayuntamiento de Madrid, utilizando la fórmula de convalidación de gasto, prolonga el acuerdo que tenía con Urbaser para su gestión, una situación poco comprensible para los colectivos vecinales y ecologistas, que llevan más de dos años solicitando que el nuevo contrato se inserte en el plan de cierre definitivo de la instalación. ¿Cómo es posible que haya vencido el antiguo contrato de gestión sin que el Consistorio tenga listo el nuevo ni haya desvelado aún su propósito respecto a la incineradora? se preguntan Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), entidades que componen la llamada Mesa de Trabajo por el Cierre de la Incineradora de Valdemingómez.

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