El salón de actos de Vallecas Todo Cultura ha sido el escenario elegido por el profesor Francisco Catalán para presentar “Vallecas Nuestro Barrio”, un proyecto educativo innovador que permitirá a los niños y jóvenes vallecanos conocer la historia de nuestro distrito. A la presentación acudió un nutrido grupo de directores de colegio y profesores, tanto de centros públicos como privados, así como responsables de asociaciones culturales, vecinales y deportivas de Vallecas, entre ellas el Rayo Vallecano.

Francisco Catalán, profesor del Centro Cultural Palomeras y licenciado en Geografía e Historia Contemporánea, destacó la importancia de esta Unidad Didáctica “porque en Vallecas hay más de 50.000 jóvenes que no saben nada del barrio, y conocer el lugar en el que vives es fundamental para conocerse a sí mismo”. La Unidad se pone a disposición de todos aquellos centros que deseen incluirla, de manera gratuita, en su proyecto educativo.

Para el profesor Catalán “Vallecas no es un barrio cualquiera; aunque creamos que por ahí tenemos mala imagen lo cierto es que hay mucha gente que siente envidia de nosotros por lo que somos y lo que representamos”.

La Unidad Didáctica, un magnífico trabajo escrito por Francisco Catalán y desarrollado por la Editorial Anaya con el patrocinio de la Fundación Vallecas Todo Cultura, pretende enseñar a niños, jóvenes y personas adultas de Vallecas la Historia con mayúsculas de nuestro barrio, desde sus orígenes en la Prehistoria hasta la Segunda República.

Gracias al trabajo de Catalán muchos escolares vallecanos descubrirán, porejemplo, que sobre la colina del Parque Azorín hubo un poblado de cabañas de la época prehistórica, que en la Edad Media se asentó en Vallecas una población musulmana experta en la explotación de las canteras de yeso, que el nombre de Vallecas tal vez no viene del famoso moro “Cas” —con C y no con K— sino del término “Vall-uerca” (avena), o que en el siglo XVIII Vallecas se escribía con “B” (Ballecas) y no con “V”.

El estudio del origen de la Villa de Vallecas, la instalación en sus terrenos de numerosos nobles que construyeron aquí sus casas solariegas para ir a cazar, los panaderos de Vallecas, famosos en la corte de Madrid, los arroyos y ríos que nos atraviesan —el Arroyo del Olivar es uno de ellos—, el impacto de laGuerra Civil en un Vallecas que servía de comunicación entre la capital y Valencia, la explosión artística de la Escuela de Vallecas, los movimientos de población en los años ‘40, ‘50 y ’60, el realojo de 50.000 habitantes en 12.000 viviendas en los años ’70 y ’80, el mayor plan de Europa, así como la aparición de los primeros movimientos vecinales contra la dictadura franquista, pretenden sensibilizar, según Catalán, “a unos jóvenes que piensan que todo estuvo así siempre, de hecho no saben que hubo un tiempo que el Metro no llegaba hasta aquí, o que Vallecas se hizo tristemente famoso porque siempre estaba lleno de barro; de hecho se hizo popular una frase que decía: si quieres ver barro, vete a Vallecas.

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