Madrid afronta el curso que viene, un momento crucial que obligará a reorganizar los espacios y reducir las ratios para mantener la distancia de seguridad, con 468 plazas públicas menos en las guarderías de la ciudad. El pasado miércoles empezaba el periodo de admisión y las familias que pelean por una de las escasas vacantes contarán este año con menos posibilidades porque el Consistorio, dirigido por PP y Ciudadanos, ha dado por finalizados unos acuerdos con guarderías privadas que permitían concertar un cupo de plazas (30%) que funcionaban, a efectos, como públicas. Estos convenios, que aumentaban un 10% la oferta, llevaban tiempo tambaleándose y ya se habían reducido en el mandato anterior. Hay 33 centros afectados y algunos ya han anunciado su cierre al perder las subvenciones en este momento incierto, lo que reduce aún más las plazas disponibles en la ciudad.
«El argumento es que el convenio que firmamos roza la ilegalidad pero pedimos una alternativa. Tenemos el 70% de las plazas privadas. Lo que reivindicamos es que no desaparezcan estas, para la gente con menor poder adquisitivo», explica Victoria Otero, directora de una de estas escuelas, Las Nubes 2. El Ayuntamiento solo se ha comprometido a sostener las plazas, 288 en total, a los niños y niñas que ya están dentro del centro hasta que acaben la etapa educativa. Así que algunas guarderías mantendrán este próximo curso un porcentaje mínimo de bebés con subvención para no dejarlos tirados en mitad del ciclo.
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