El jefe de estudios del colegio Miguel Hernández, de Getafe, se ha convertido en el director del mismo, tras dimitir sus dos antecesores, nombrados en los últimos días por la Consejería de Educación, que no fueron bien recibidos por los padres ni por el claustro. La consejería también se ha visto obligada a ceder en el instituto Satafi, también en Getafe, cuyo jefe de estudios se convertirá en director si el actual se jubila en septiembre, como ha anunciado. La Plataforma Regional por la Escuela Pública reclamó ayer que Educación revoque 47 nombramientos.
La plataforma en defensa de la enseñanza pública denuncia que se han nombrado nuevos directores sin esperar que los actuales se vayan en septiembre, lo que es irregular. También señala que en el proceso de selección han sido “penalizados” equipos directivos críticos, que tenían proyectos de innovación que ya estaban ejerciendo, y que en algunos casos “fueron suspendidos de manera clamorosa, con un cero”.
A las 18.00 Educación notificó al jefe de estudios del Miguel Hernández que sería el nuevo director. Y él, Alfredo Fernández, se fue directamente a la asamblea convocada una hora más tarde en el gimnasio del colegio. Sentados en círculo y ataviados con las camisetas verdes de protesta, los padres discutían cómo se iban a movilizar tras dimitir la directora impuesta por Educación. Su antecesor en el cargo había durado también solo las horas suficientes para cerciorarse de que no era bien recibido. Fernández fue acogido en la asamblea como un héroe, con lágrimas en los ojos y aplausos. Ha sido nombrado por un año por ser un caso de “situación sobrevenida”. Se elegirá a un equipo directivo para cuatro años.
Un portavoz de Educación explica que nadie se presentó como candidato a director del centro y que los problemas comenzaron cuando se eligió a un responsable de fuera. Isabel Galvín, la secretaria general de Enseñanza de CC OO en Madrid, dice sin embargo que la propuesta del claustro llegó fuera de plazo -un día después- y que la “Administración hizo caso omiso a las llamadas del centro y dejó pasar el tiempo con el objetivo de designar a alguien diferente al que estaba hasta ahora tirando de este proyecto”. Muchos alumnos de sexto de Primaria del Miguel Hernández no se presentaron a la prueba de reválida y las familias están muy movilizadas frente a los recortes.
La plataforma reclamaba ayer por la mañana a Educación que pusiese al frente del Miguel Hernández a alguien del centro que conociese su modelo, inmerso en el Movimiento de Renovación Pedagógica. Y ese fue Fernández, unas horas más tarde.
La plataforma considera que los inspectores de centro deben estimular que los docentes presenten su propio proyecto cuando el director se va a ir. En ocasiones no hay candidatos. Sólo 15 en esta ocasión, según Educación. José Luis Pazos, presidente de la federación de asociaciones de padres de alumnos Giner de los Ríos, no se extraña de las vacantes, por las “presiones” a las que los cargos son sometidos desde Educación.
Pazos asegura que su federación se piensa “muy mucho” donde convocar una asamblea, pues el colegio o instituto que sirve de sede queda “significado”. En 2011, durante las mayores tensiones por los recortes, la asociación de directores de instituto, Adimad, denunció “presiones” por los encierros y las asambleas.
Con el cambio de consejero las aguas parecían haber amainado. El sustituto de Lucía Figar, Rafael van Grieken, muestra un talante abierto y pretende cerrar un acuerdo que dé estabilidad y mejore la relación con la comunidad educativa. Pero estos nombramientos unilaterales han reactivado la marea verde. El presidente de las familias avisa: “Que el consejero destituya a los responsables de las decisiones. Si no, será parte del problema, no la solución”.