La pubertad es una de las épocas más confusas de la vida de cualquier persona: el cuerpo comienza a cambiar, las emociones se magnifican y también se transforman nuestros gustos. De repente, prestas atención a cosas por las que no te preocupabas antes y las ves con nuevos ojos. Es entonces cuando se desarrolla la sexualidad, se empiezan a experimentar urgencias totalmente desconocidas. Y en caso de duda, ¿dónde acudirá cualquier joven hoy en día? Por desgracia, la respuestas no siempre las tenemos los padres, en su lugar las buscan fuera del entorno educativo o familiar. Antes en revistas y ahora, con mayor facilidad en Internet. Y esto les lleva a un consumo inconsciente de porno en la adolescencia que podría perjudicar de manera significativa al futuro de su vida afectivo-sexual.
Con la llegada de los móviles y la posesión de uno de estos dispositivos conectados a la red, cualquier cuestión por resolver está a solo un click y todo el contenido del mundo se guarda en nuestros bolsillos. Y es gracias a estos aparatos que los más jóvenes tienen acceso a vídeos para adultos con el que satisfacer su curiosidad inicial y sus deseos (totalmente naturales a su edad) cuándo y dónde quieren. Pero esto supone un problema, y es que como en cualquier película, lo que vemos en la pantalla no es la realidad y en el caso de la pornografía no es excepción. Las escenas que representan son totalmente ficticias y desligadas de la realidad de las relaciones en pareja, y a pesar de ello, muchos de ellos lo toman como un manual a seguir en lugar de asumir que es un producto diseñado para la provocación.
Consecuencias de consumir porno en la adolescencia
La exposición a este tipo de contenidos explícitos es mucho más temprana de lo que nos imaginamos. Según un estudio reciente: Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales, elaborado por la Red de Jóvenes e Inclusión Social y la Universitat de Illes Baleares, “al menos 1 de cada 4 varones de entre 16 y 29 años ha consumido pornografía en Internet antes de los 13 (resultados obtenidos en base a las 2.500 encuestas realizadas), además el primer contacto se adelanta a los 8 años debido a la facilidad de acceso a la tecnología”.
Ver porno en la adolescencia es un problema que preocupa tanto a padres como expertos, que no han dudado en explorar los efectos tiene sobre las mentes más inmaduras. De hecho, el estudio titulado Efectos del consumo prolongado de pornografía, llevado a cabo en los años 80 cuando encontrar contenidos para adultos era más complicado, por Dolf Zillmann y Jennings Bryant, ya confirmaba algunas repercusiones bastante alarmantes: los chicos se volvían más insensibles a las mujeres, consideraban que las violaciones eran un delito menos grave y aumentaba su interés por prácticas más extremas, entre otros.
Además, visualizar porno en la adolescencia contribuye a crear una imagen distorsionada de la verdadera realidad del sexo. Y dada la naturaleza de los vídeos, se presenta una desigualdad de roles y un trato desfavorable, y en algunos casos agresivo, hacia las mujeres que cala tanto a nivel social como cuando mantienen una relación de pareja, lo que lleva a conductas muy poco saludables. A su vez, el sobreestímulo causado por este tipo de imágenes para adultos provoca que no sean capaces de sentir lo mismo con otra persona, lo que deriva en sentimientos de frustración y ansiedad que les acompañarán durante toda la vida.
Como padre, ¿qué puedo hacer?
No podemos hacer suficiente énfasis en lo importante que es hablar con naturalidad de la sexualidad desde la infancia. Resolver sus dudas y no convertir el sexo en un tema tabú y prohibido hará que normalicen esta práctica y pierda algo de misterios para ellos. Al no sentir los apremios de la curiosidad y estar correctamente informado sobre cómo se desarrollan ese tipo de actividades, es más probable que el efecto de la pornografía en la adolescencia sea menor. Y es que tener mejores conocimientos sobre el sexo a su alcance les hará tener una visión más amplia del mismo. De esta manera, entenderán que lo que ven en pantalla es una ficción creada exclusivamente para provocar una excitación, pero serán conscientes de que no es así como se desarrollaría de forma normal.
Pero si quieres tomar una precaución extra, te recomendamos que actives el control parental en todos los dispositivos para limitar su exposición a este tipo de páginas web. De esta manera, el acceso quedará en cierto modo cortado, previniendo así su visualización.