CC.OO. ha calificado de “perverso y falsario” el sistema que perpetúa el supuesto decreto de libertad de elección de centro escolar en la Comunidad de Madrid. Entienden que con él se «mantiene y agudiza» un modelo que se reproduce «año tras año» en el que no existe esa libertad de elección por la propia interferencia de la Administración regional al cerrar unidades educativas en los centros públicos.
Así lo ha indicado en rueda de prensa la secretaria general de la Federación Regional de Enseñanza de Madrid de CC.OO., Isabel Galvín, que ha analizado la modificación del decreto de 2013 para actualizar los criterios de baremación, su ponderación y el procedimiento general para la admisión de alumnos en centros docentes sostenidos con fondos públicos de segundo ciclo de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Educación Especial en la Comunidad de Madrid.
Acompañada de la secretaria de política social e igualdad de la Federación, María Eugenia Alcántara, la responsable sindical ha recalcado que las modificaciones planteadas «agudizan» este sistema «perverso» en el que «no se produce la posibilidad de elección de centro para las familias con plena libertad», con «libertad real».
Una libertad de elección de centro educativo que, según CC.OO., no existe al estar supeditada a la existencia de plazas. «Un derecho de transcendida constitucional» que «no es un derecho absoluto» en la medida en que su cumplimiento depende de que existan o no plazas vacantes en el centro elegido. «Solo habrá libertad de elección cuando haya plazas. Y dado que ellos recortan plazas, la conclusión es muy sencilla: no hay libertad», sostiene el sindicato.
En este sentido, ha alertado de que solo en Madrid capital se han quedado sin atender 179 solicitudes para primero de ESO en el IES San Isidro; 155 para el mismo curso en el Tirso de Molina; 123 en el IES Las Musas e igual cifra en el Príncipe Felipe; 122 en el instituto Madrid Sur; 110 en el Blas de Otero;108 en el IES Gran Capitán; 105 en el Cervantes; 97 en el Alfredo Krauss, y en primero de Bachillerato, 342 en el IES Ramiro de Maeztu, entre otros.
«El caso del Bachillerato es sangrante, puesto que al tratarse de una enseñanza no obligatoria no se garantiza una plaza pública y se aboca al alumnado a los centros privados, con la evidente quiebra de la equidad y la igualdad de oportunidades», ha denunciado María Eugenia Alcántara.
Para seguir leyendo, pincha aquí.