Los niños españoles pasan, de media, 990 horas anuales frente a una pantalla y 960 en la escuela. Esto significa unas 1950 horas, sentados en espacios cerrados, en actitud pasiva y en un mundo abstracto y virtual; casi la mitad del tiempo disponible (unas 5000 horas) si restamos el que dedican a dormir (más o menos 3640). Si además añadimos el, difícilmente calculable, destinado a las comidas diarias, los desplazamiento en automóvil, las extraescolares, las visitas al centro comercial o al pediatra…

Nos preguntamos:

¿De cuánto tiempo disponen para correr, saltar y jugar al aire libre? ¿Para mojarse con el agua y mancharse con el barro? ¿Encontrarse libremente con sus iguales?  ¿»Hacer el tonto»? ¿Equivocarse y reirse de sus errores? ¿Aburrirse y «no hacer nada»? ¿Jugar con un sencillo «palo» o una piedra? ¿Subirse a un árbol y hacer colonia con pétalos de rosa? ¿Disfrutar creando su propio mundo, sin la intervención de los adultos?

¿Cuántas oportunidades tienen de vivir y sentir  como lo que realmente son, como niños?

Fuente: http://educarenverde.blogspot.com.es/p/arresto-tecnologico-escolar-y.html