La anorexia es un trastorno alimentario que conduce a quien lo sufre a perder más peso del que se considera saludable para su talla y edad. En su base se esconde una distorsión de la imagen corporal ya que estas personas se miran al espejo y siguen viéndose gordas, aunque realmente estén más delgadas que la media.
Cuando se comenzó a hablar de la anorexia, hace ya más de una década, este trastorno era común en las mujeres jóvenes de clase media-alta, pero en los últimos tiempos el perfil ha cambiado y ahora es cada vez más usual en la adolescencia o incluso en la infancia.
Según la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia, en España unas 26.000 chicas padecen trastornos alimentarios y se estima que el 11,5% de las jóvenes tienen un riesgo elevado de desarrollar anorexia. Además, este trastorno también se está extendiendo entre los varones. Por eso, los padres deben mantenerse alertas ya que si se detecta a tiempo, es más fácil erradicarlo.
¿Cuáles son los síntomas más evidentes de la anorexia en los niños y adolescentes?
Como detrás de la anorexia se esconde un miedo intenso a aumentar de peso, quienes padecen este trastorno suelen hacer dietas extremas para no engordar, practican actividad física de forma excesiva o se provocan el vómito apenas terminan de comer.
En sentido general, los padres deben mantenerse atentos si:
- Los niños comienzan a mostrar una preocupación excesiva por su peso y figura, haciendo comentarios que dejan entrever que se sienten gordos o inadecuados. También es usual que se pesen constantemente.
- Los niños tienen rasgos ansiosos o perfeccionistas, ya que estas cualidades se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia.
- Los niños no comen como antes, se dedican a jugar con la comida en el plato, en vez de comerla. Y casi siempre la dejan íntegra, aduciendo que no tienen hambre. En algunos casos, cuando se trata de adolescentes, pueden negarse a comer delante de otras personas.
- Los niños van al baño inmediatamente después de haber comido y se encierran ya que se provocan el vómito o usan laxantes.
- Los niños comienzan a mostrar una sensibilidad extrema al frío, y necesitan recurrir a varias capas de ropa para mantenerse calientes. A menudo también aparece la sensación de boca seca, por lo que toman más agua que de costumbre.
Las terribles consecuencias de la anorexia en los niños y adolescentes
La anorexia es un trastorno que puede llegar a tener consecuencias nefastas. De hecho, las probabilidades de morir de forma temprana se duplican en las personas que han sufrido anorexia, sobre todo si fue durante la niñez o la adolescencia.
Un estudio realizado en el Hospital Universitario Uppsala en Suecia y publicado en la British Journal of Psychiatry ha desvelado que el 20% de los casos de anorexia se cronifican y que una gran parte de los desenlaces mortales se deben al suicidio.
Además, las personas con anorexia tienen 11 veces más probabilidades de morir debido a enfermedades respiratorias, 10 veces más riesgo de sufrir patologías urinarias y 8 veces más posibilidades de sufrir una patología endocrina mortal. De hecho, también se exponen a un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 1, lo cual les hace dependientes de la insulina de por vida.
En el caso de la anorexia infantil, esta puede afectar profundamente el desarrollo ya que el niño no obtendrá los nutrientes que necesita para crecer. El sistema óseo suele ser uno de los más afectados ya que los huesos se debilitan, aunque también se produce una atrofia muscular progresiva.
Estos niños también están más expuestos a desarrollar anemia y deficiencias vitamínicas. Además, su sistema inmunitario también se debilita y, en el caso de las adolescentes, su ciclo menstrual se vuelve irregular o desaparece.