“La sociedad espera que la mujer cuide de los hijos, pero lo de ser padre y ejercer como tal es muy complicado. Es una evidencia que las mujeres están maltratadas, pero los padres en España estamos también muy maltratados”. Raúl Sánchez, 37 años, ha emprendido una batalla judicial para poder tener el mismo derecho que su mujer a cuidar de su hija de cuatro meses. Él, ingeniero de telecomunicaciones, sólo tuvo las dos semanas de permiso de paternidad. En su caso, la situación resulta aún más “absurda” porque su mujer tampoco pudo disfrutar de las 16 semanas. Según cuenta Sánchez, ella tuvo que dejar un trabajo precario para poder hacerse cargo de su hija.
“Si tuviésemos los mismos permisos hombres y mujeres no habría discriminación, por ejemplo, en el caso de contratar. Sería un buen punto de partida para que la situación empiece a cambiar porque actualmente sigue estando mal visto que la mujer no cuide de sus hijos y que los hombres cuiden de ellos“, afirma. Cuando cuenta su caso, muchos hombres le dicen que está loco.
Él, junto con varios padres más y la Plataforma por permisos iguales e intransferibles de nacimiento y adopción (Ppiina), han presentado una demanda en un juzgado de lo social contra el Instituto Nacional de Seguridad Social después de haber solicitado, sin éxito, que la duración de la prestación a la que tenían derecho por su reciente paternidad fuera equiparada en su duración a la prestación de maternidad. “Nos merecemos poder cuidar de nuestros hijos e hijas, quiero ejercer de padre a tiempo completo”, añade Sánchez, que tiene otra niña de dos años.
En la demanda, los padres y la Ppiina apelan al principio de igualdad recogido en el artículo 14 de la Constitución y a otras legislaciones y jurisprudencias españolas y comunitarias que establecen la prohibición de toda discriminación por razón de sexo. “La diferencia de trato entre el permiso de maternidad y el de paternidad no se sostiene ni con el objetivo de la protección de la mujer ni con el de la protección de la familia o de la infancia. Por el contrario, para lograr estos objetivos es imprescindible la existencia de permisos iguales, totalmente intransferibles y pagados al 100% para cada persona progenitora“, reclaman.
Pablo Herrero tiene 33 años, es administrativo y tiene dos hijos, uno de cuatro años y otro de cinco meses. Con el último no disfrutó ni de las dos semanas de permiso. “A los seis o siete días murió un compañero de trabajo y me pidieron que si me podía incorporar. Yo en mi trabajo estoy muy bien, no tengo ningún problema. ¿Y qué vas a decir? Eso supuso un disgusto en mi casa. Pero me fui a trabajar”, explica. Él no solicitó al Estado las 16 semanas, pero ahora ha decidido sumarse a la demanda para ayudar a que la situación cambie en un futuro. Además, como su mujer lleva en paro desde hace varios años, tampoco hubiera podido compartir la baja. “¿Que las amas de casa no hacen nada? Me río yo. En el fin de semana, cuando llega el domingo, estás deseando volver al trabajo”, sostiene.
Intransferible y al 100%
La Ppiina argumenta que la introducción de medidas para permitir una más fácil conjunción entre las responsabilidades familiares y laborales, “aun cuando formalmente se presenten como neutras”, si no están convenientemente diseñadas para asegurar que cada persona tenga su propio derecho individual e intransferible, van a ser utilizadas principalmente por las mujeres: “En 2015 la transferibilidad al otro progenitor de las 10 semanas del permiso de maternidad sólo se ejerció en alguna medida por hombres en el 1,8 % de los casos. Los permisos laborales y las reducciones de jornada para el cuidado sólo se ejercieron en un 4,48% de los casos por los hombres en 2011. En cambio, los permisos de paternidad sí se utilizaron masivamente por parte de los hombres: en 2015 se solicitaron 238.806 permisos, lo que asciende a un 87% en comparación con el número de permisos de maternidad”.
Ángeles Briñón, una de las portavoces de la plataforma, incide en ese aspecto: “Todo lo que es transferible va a las madres. Por eso es fundamental que sea intransferible y pagado al 100%. Lo importante es que se apruebe una ley que recoja el derecho de los padres y que pongamos un plazo para hacerlo. No importa si es un poco más tarde, pero sí que tanto hombres como mujeres tengan el mismo derecho”.
Sobre la propuesta incluida en el pacto de gobierno entre PSOE y Ciudadanos -un aumento del permiso de maternidad de seis a ocho semanas intransferibles y otras ocho exclusivas para los padres-, la Ppiina denuncia que la inmensa mayoría de las madres se tomarían 18 semanas de permiso, como ahora se toman 16 semanas aunque una parte de ellas puedan teóricamente ser cedidas al padre; y los padres, por su parte, se tomarían mayoritariamente sus ocho semanas intransferibles, igual que ahora se toman únicamente su permiso intransferible de dos semanas. “En resumen, la reforma propuesta sitúa un objetivo que, a pesar de su pretendida apariencia igualitaria, se traduciría en la norma social de que los padres se tomarían menos de la mitad de permiso que las madres. Que no nos engañen más“, concluye.