Algunos miembros del PP han afirmado en los últimos tiempos que el abandono escolar ha descendido en España gracias a su gestión. La realidad es que el alumnado comenzó a abandonar las aulas cuando, gracias a la burbuja inmobiliaria, conseguían empleo fácilmente. En el actual contexto de crisis económica son muchos los que han vuelto a estudiar y son ahora menos los que dejan las aulas para trabajar. Esos buenos datos no nos pueden deslumbrar ya que el alumnado no ha optado por las clases por un cambio de actitud o de prioridades. No les ha quedado más remedio.
En este punto nos gustaría decir que el fracaso escolar sería menor, así como el abandono escolar temprano, si se apostara de una forma real por la educación y en concreto por la Formación Profesional (FP). Miles de estudiantes deben quedarse todos los años en casa, al no poder encontrar plaza en una FP. O lo que es aún peor, se matriculan en Bachillerato por no perder un año, pero sin ninguna vocación de estudio y sin pretender llegar a la universidad. En España no se están atendiendo las necesidades del alumnado en gran medida por el coste que supondría desarrollar una FP adecuada y bien dotada.