Desde que nuestro hijo nace intentamos hacer todo lo posible para educarle de una manera perfecta. Queremos ser los padres y las madres ideales. Pero muchas veces, a pesar de nuestras buenas intenciones al comunicarnos con ellos con frases que nos parecen positivas, en realidad son muy destructivas.

  1. ¡No llores!
  2. “Te prometo que…”
  3. “¡No es tan importante!”
  4. ¿Por qué lo hiciste?
  5. “Si tú haces… entonces yo te daré…”
  6. ¡Detente ahora mismo o verás…!

¿Qué ocurre cuando usamos estas expresiones?

Al usar estas frases enseñamos a los niños a dejar de confiar en sí mismos, a que estén desmotivados y a seguir la máxima del mínimo esfuerzo. Por ello, hay que cuidar las expresiones que utilizamos al hablarles y educarles en positivo.

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