En España, se estima que entre el 1% y el 3% de la población adolescente y joven de ambos sexos sufre un trastorno de la conducta alimentaria.

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades mentales que surgen durante la adolescencia o la adultez temprana, se caracterizan por una preocupación intensa por la forma o el peso del organismo y pueden acarrear serias consecuencias. Los más conocidos son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, además de los trastornos inespecíficos. Este artículo explica la importancia del entorno familiar, escolar y social en su prevención, detección y tratamiento y detalla qué hábitos saludables son claves en la prevención de los trastornos de conducta alimentaria.

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son un grupo de trastornos mentales que se caracterizan por una conducta alterada tanto en la ingesta de alimentos como en el desarrollo de comportamientos que persiguen disminuir de peso y tienen repercusiones físicas y sociales. La anorexia y la bulimia nerviosa y los trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANE) son algunos de ellos.

Desde casa, es fundamental fomentar la autoestima de los hijos para que descubran sus capacidades y sus limitaciones y aprendan a sentirse bien consigo mismos.

Las dietas milagro, la obesidad o el culto al cuerpo y su relación con los trastornos de la conducta alimentaria son aspectos que preocupan tanto a progenitores como a las autoridades sanitarias. Los estudios de prevalencia realizados en España señalan que es más frecuente entre los 12 y los 24 años, con una tendencia a aumentar. Además, es en las etapas iniciales de la adolescencia cuando se es más vulnerable. Es en este momento donde el papel que adopta el entorno familiar, escolar y social es determinante para el desarrollo de los adolescentes, igual que lo es para la detección precoz de estos trastornos y su posterior tratamiento.

Por este motivo, según la Asociación Española de Pediatría, los centros escolares pueden ser un recurso de valor que tener en cuenta, para alumnos y padres, relacionado con la divulgación de información sobre los trastornos de conducta alimentaria y también con la actitud del profesorado y compañeros ante la sospecha de un caso, que puede ser determinante en la detección de la enfermedad. La prevención en casa se basa, sobre todo, en una adecuada relación familiar y la promoción de un ambiente que favorezca el diálogo.

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