Gato por liebre. La evaluación externa de tercero de primaria ya está aquí.
El Ministerio de Educación, a través de la web del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), acaba de dar a conocer el tipo de pruebas externas que se aplicará al alumnado de tercero de primaria. Antes de nada, es de agradecer el hecho de que el INEE someta al escrutinio público -de la comunidad educativa y de la sociedad civil en general- la evaluación que pretende realizar este mismo curso.
Tal y como indica el artículo 20.2 de la LOMCE, el resultado obtenido en esta prueba podría tomarse en consideración a la hora de repetir curso. En consecuencia, se trata de un examen que puede acarrear serias consecuencias para el alumnado. Es de temer, como ya ocurre con otras pruebas de este tipo en diferentes países, que buena parte de la actividad docente en este curso se centre en sacar adelante este examen. Los resultados serán públicos y, en consecuencia, darán lugar a una jerarquización de los centros.
El gran problema con que cuenta este tipo de examen es que, por mucho que insista en ello el INEE, no es una evaluación de competencias. Lo es, en todo caso, de contenidos curriculares. De hecho, la propia web del INEE se delata a sí misma: los modelos de referencia de la prueba son el TIMSS y el PIRLS y no el PISA. La prueba PISA se aplica a estudiantes de quince años de edad, mientras que la del TIMSS y la del PIRLS evalúan a alumnos de cuarto grado –el equivalente a nuestro cuarto de primaria-. El TIMSS también se hace al alumnado de octavo grado. La diferencia es esencial. TIMSS y PIRLS evalúan lo que el alumnado ha aprendido en los currículos de sus respectivos países. Sin embargo, PISA analiza –o, al menos, eso pretende- el modo en que los estudiantes aplican a situaciones nuevas los conocimientos y destrezas que han aprendido en la escuela (el lector interesado puede consultar la página 9 del informe que Margaret Wu publicó para la propia OCDE). Son pruebas tan sumamente distintas que, en ocasiones, los resultados del TIMSS para octavo grado y del PISA pueden ser totalmente divergentes. Esto es lo que explicaba Tom Loveless al referir la enorme diferencia entre los países a los que llama “constructivistas”, como sería el caso de Nueva Zelanda, con relación a aquellos que favorecen un currículum para Matemáticas más tradicional, como Corea. En PISA, Corea aventaja a Nueva Zelanda en tan solo 27 puntos (546 frente a 519), mientras que en el TIMSS, la distancia se agranda hasta 125 (613 frente a 488).
Basta, en todo caso, con ojear las pruebas para darse cuenta de que se trata de preguntas que no incentivan el pensamiento propio, la iniciativa personal, la creatividad, ni nada por el estilo. Todo es conocimiento memorístico o el mero reflejo de que se sabe repetir lo que dice un texto. En el caso de la competencia lingüística se trata de ser capaz de reflejar lo que el texto –leído o escuchado- dice. El grueso de las preguntas consiste en indicar cuál de las respuestas es la acertada. He aquí algunos botones de muestra.
¿Qué tipo de texto has escuchado?
- Un cuento
- Una poesía
- Una descripción
- Una historia real
¿Cómo se alimentaban los niños antes de aparecer las brujas?
- Comían comida basura
- Solo comían fruta y verduras
- Hacían comidas sanas y variadas
- Tomaban muchas golosinas y refrescos
Según el texto, ¿cómo se cura la enfermedad de las brujas?
- Poniéndose una vacuna
- Tomando jarabe y pastillas
- Comiendo golosinas y bebiendo refrescos
- Tomando comida saludable y haciendo ejercicio
¿Qué frase resume el texto que has leído? Silvia…
- tiene un accidente por culpa de una caca de perro
- juega con los perros que se encuentra por el parque
- hace una carrera por el parque para estrenar su bicicleta
- se enfada por el mal comportamiento de algunas personas
Hay algunas preguntas abiertas. En este ejemplo hay que contestar en no más de dos renglones: Después de su paseo, ¿por qué Silvia piensa que muchas personas necesitarían volver al colegio?
En matemáticas, la cosa no es muy distinta. Véase esta pregunta:
Los niños observan como creció el número de visitantes [a un parque de atracciones] en los últimos días:
Lunes Martes Miércoles Jueves
La mitad de las personas que visitaron el parque los dos últimos días eran niños.
Para calcular el número de niños que fueron esos días, ¿qué operaciones debemos realizar?
Señala la respuesta correcta:
- Dividir 560 entre 2. Dividir 590 entre 2. Sumar los dos resultados.
- Dividir 500 entre 2. Dividir 530 entre 2. Sumar los dos resultados.
- Multiplicar 560 por 2. Multiplicar 590 por 2. Sumar los dos resultados.
- Multiplicar 500 por 2. Multiplicar 530 por 2. Sumar los dos resultados.
Hay países en los que la evaluación del alumnado de primaria se basa en cuestiones abiertas con las que se puede detectar su capacidad de razonamiento. Esto es lo que explican Darling-Hammond y McCloskey al referirse a cómo se evalúa en Suecia a los alumnos de quinto grado. Este es un ejemplo:
Carl va en bicicleta desde la escuela a su casa. Tarda en llegar un cuarto de hora. Por la tarde, volverá al colegio porque hay una fiesta, la cual empieza a las seis en punto. Antes de que empiece la fiesta, Carl tiene que merendar. Cuando llega a casa, su abuela –quien vive en el vecindario- llama. Quiere que le lleve el correo antes de que se vaya a la fiesta. También quiere que saque a su perro de paseo y charlar después con su nieto. ¿Para qué cosas tiene tiempo Carl antes de ir a la fiesta? Escribe y describe el modo en que lo has razonado.
Las pruebas de tercero se limitan, y sin que haya ninguna explicación al respecto, a tan solo dos –y, para colmo, una de ellas parcialmente- de las siete competencias recogidas en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero (el cual establece el currículo básico de la Educación Primaria). Estas son las siete competencias (y, como se puede ver, la segunda no es solo matemática):
1.º Comunicación lingüística.
2.º Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
3.º Competencia digital.
4.º Aprender a aprender.
5.º Competencias sociales y cívicas.
6.º Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
7.º Conciencia y expresiones culturales.
Pero, en realidad, lo que tenemos no es evaluación de competencias, sino de áreas curriculares. Y, de nuevo, surge la misma pregunta: ¿por qué centrarse en dos materias de las hasta diez que podría cursar el alumnado de tercero? Se están excluyendo, nada más y nada menos, áreas como las siguientes: Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Primera Lengua Extranjera, Educación Física.
En definitiva, no hay evaluación de competencias, sino de conocimientos. De las siete competencias, tan solo se abordan dos (y una de ellas parcialmente). Para no desmentir lo que la investigación sobre las pruebas externas no se cansa de decir, la evaluación se centra en solo una parte del currículo (se reduce a tan solo dos de las diez áreas que pueden componer el currículo de primaria). Y, finalmente, las pruebas se hacen a una edad que parece temprana o, en todo caso, un curso antes de las del TIMSS o del PIRLS.
Rafael Feito Alonso
Catedrático de sociología en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido colaborador del Movimiento por la Calidad de la Educación en el Sur y Este de Madrid y del “Proyecto Atlántida”. Fue miembro de la ejecutiva de la Federación de Padres de Madrid “Giner de los Ríos”. Presidió la Asociación de Sociología de la Educación durante seis años.
Fuente del artículo: http://rfeito.blogspot.com.es