Solo el 59% de los niños españoles entre 6 y 12 años se cepilla los dientes antes de irse a la cama, según un estudio.
A pesar de las campañas de salud dental, hay hábitos que cuesta adoptar, como tomar la cantidad justa de dulces y golosinas o seguir una correcta higiene bucal. Un estudio reciente realizado entre niños españoles de 6 a 12 años muestra que todavía quedan aspectos susceptibles de mejora. Este artículo aporta los datos más relevantes del ‘Estudio anual sobre Hábitos Bucodentales en niños’ y las recomendaciones que los especialistas en salud dental estiman imprescindibles.
Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con pasta dental, una visita anual al dentista y no comer nada después del cepillado nocturno son algunas de las sencillas recomendaciones que la Asociación Española de Pediatría lanza para niños entre 6 y 11 años. Pese a que los pediatras aconsejan empezar con el cuidado de los dientes desde la salida del primero para que a esta edad sea un hábito establecido, la realidad es que este aspecto todavía necesita mejorar.
Así lo muestran los resultados sobre la salud bucodental y los hábitos asociados que aporta el VI ‘Estudio anual sobre Hábitos Bucodentales en niños’, realizado por Vitaldent, en colaboración con la Universidad de Murcia. En él han participado cerca de 1.300 niños españoles de 6 a 12 años.
Demasiado azúcar para los dientes
Las campañas diseñadas para combatir la epidemia de la obesidad infantil no cesan en promulgar que el consumo excesivo de azúcar se asocia -además de a este problema de salud pública- al riesgo de desarrollo de otras enfermedades crónicas, como la diabetes. Y, por supuesto, está íntimamente relacionado con el desarrollo de caries. No obstante, los datos del estudio citado señalan que el 9,9% de los niños toma dulces cada día, casi el 35% dos o tres veces a la semana y un 23,1%, una vez a la semana. Solo el 32% los consume muy de vez en cuando o casi nunca.
El resultado de tanto azúcar no se hace esperar: de todos los niños participantes en el estudio, dijeron haberse sometido a un tratamiento odontológico el 56% de quienes consumían golosinas cada día, el 46,6% de quienes las comían dos o tres veces a la semana y el 35,7% de los niños que casi nunca las ingerían. Asimismo, en el momento del estudio, el 20% de los menores que comían dulces cada día ya había desarrollado una caries, frente al 8,4% de los niños que no los tomaban casi nunca.
¿Quién se cepilla los dientes?
El 99,6% de los 1.300 niños incluidos en el estudio aseguraba que disponía de cepillo de dientes en casa. Los resultados señalan que el 90,3% cepilla los dientes a diario, pero desciende hasta un 60,8% quienes lo hace tres veces al día, sin variación entre niños y niñas. Solo el 59% se limpian los dientes antes de acostarse, aunque saben que la falta de una higiene correcta es el factor principal en el desarrollo de caries y que este cobra máxima importancia por la noche. Según la Sociedad Española de Odontopediatría, SEOP, los padres deben supervisar el cepillado diario hasta los siete años, edad a la que adquieren la pericia manual suficiente para hacerlo por sí solos.
Estos especialistas afirman que no hay evidencia científica que sostenga de forma fehaciente cuánto tiempo debe durar el cepillado, pero se recomienda hacerlo como mínimo dos veces al día, durante dos minutos cada vez, escupir los resto de pasta dentífrica y no aclararse la boca con agua, hasta pasados, como mínimo, cinco minutos. El momento más importante es antes de acostarse. Después, hay que evitar comer y, si se diera el caso, repetir la secuencia.
Caries y dieta
Desde la SEOP aconsejan a los progenitores asegurarse de que sus hijos no sigan una dieta cariogénica. Por este motivo, es fundamental implantar una dieta equilibrada que incluya, cada día, una ración de frutas, vegetales, pan, cereales, leche y derivados lácteos, carne, pescado o huevos. Es básico disminuir el consumo de azúcares y bollería industrial.
Los dulces, golosinas, refrescos y zumos de fruta azucarada provocan un medio ácido en la cavidad bucal, un factor muy peligroso para la génesis de las caries. También insisten en que alimentos como pasta y pan son harinas y, cuando se metabolizan, producen hidratos de carbono que dan lugar a un medio ácido. Por ello, hay que tener cuidado con lo que estos especialistas denominan comidas monotema, en referencia a los niños y jóvenes que solo comen pizza o pasta.
Fuente de la noticia: www.consumer.es