Las Nubes es el nombre de una escuela de educación infantil de 0 a 3 años del barrio de Retiro-Pacífico de Madrid que lucha para mantener su proyecto educativo sostenible y con criterio científico y profesional. Las familias rechazan que se ponga en riesgo el buen funcionamiento de la escuela por una más que dudosa y ridícula rebaja presupuestaria.

Las familias y algunos profesores de Las Nubes y de otras escuelas infantiles de Madrid se manifestaron hace unos días frente a la consejería de Educación. La razón era denunciar los recortes en educación infantil y la privatización de las escuelas. Desde hace tiempo la Comunidad de Madrid viene desmantelamiento una de las mejores redes de escuelas infantiles existentes haciendo que las escuelas públicas pasen a ser de gestión privada directa o indirecta en base a criterios de rentabilidad económica, como si educar bebés fuera un negocio.

De hecho, están aterrizando en el sector empresas que nada tienen que ver con la educación, sino con servicios de otro tipo como la construcción, la seguridad, la limpieza o la jardinería. ¿Cómo funciona exactamente el mecanismo que hace que acudan a las escuelas infantiles grandes empresas multiservicios como las moscas a la miel de los beneficios? Los requisitos para la adjudicación de la gestión indirecta de las escuelas infantiles públicas de Madrid han sido cambiados por la administración y se da más peso al precio del servicio que al proyecto educativo. Así, hay cooperativas de larga trayectoria y calidad que son desplazadas por empresas privadas que solo miran por su beneficios. Y si hay negocio, desaparece la pedagogía.

Cuando se desprecia la pedagogía y la psicología aparecen las ocurrencias. La última de la Consejería de Madrid, que no sabe que inventar ya para cargarse la educación pública, es querer que cualquier titulado pueda ejercer de maestro de infantil y primaria, despreciando otra vez la complejidad de esa etapa educativa. ¿Se imaginan un licenciado en veterinaria como educador con bebés de un año?

El problema no es que las empresas privadas conciban las escuelas infantiles como una guardería y aparcamiento de bebés. Es que el gobierno piensa lo mismo. Ignoran ese tramo educativo fundamental en la LOMCE. No reconocen esta etapa como educativa, y de ahí se deriva todo lo demás.

Para saber de lo que hablamos conviene detenerse en la importancia de la educación infantil. Dice el neurólogo Joaquim Jubert que el 75% de la masa cerebral se forma en los seis primeros años de vida, especialmente en el primer año del bebé que pasa de un volumen de 340 a 970 gramos. Y no es solo una cuestión de peso sino de arborizaciones dendríticas, conexiones y circuitos neuronales donde reside y circula todo el aprendizaje. La educación infantil es por tanto un periodo óptimo para el aprendizaje porque se da un máximo de conectividad.

Un dato tremendo que sitúa la gravedad del problema existente es que se ha producido un abusivo aumento de las cuotas de las escuelas infantiles, llegando a cifras de 234 a 340 euros mensuales por niño. La subida de tarifas también tiene un efecto perverso de animar a las madres a quedarse en casa, renunciando a una actividad laboral y a unos ingresos que aseguren su independencia económica y personal.

En paralelo, se destinan 34 millones de euros al cheque-bebé para las familias que lleven sus hijos a centros privados (de 100 a 160 euros al mes). Ello hace que la mitad de las familias renuncien a la plaza pública por no poder pagarla y vayan a una privada donde pueden acogerse a las subvenciones del  cheque-guardería. Es una manera descarada de robar clientela a lo público y privatizar por esa vía el servicio.

También se producen situaciones tan escandalosas como que la consejera de educación de Madrid, Lucía Figar, pueda beneficiarse del cheque-bebé para su hija a pesar de tener unos elevadísimos ingresos entre ella (8.379 euros brutos al mes) y su marido (diputado del PP). Solo caben dos conclusiones ante este hecho: si tiene derecho al cheque es que su norma está mal hecha, porque permite estas injustas situaciones cuando ha suprimido 300.000 becas de libros y 110.000 becas de comedor; y si no tiene derecho, peor aún.

Es fundamental tener conciencia ciudadana de la importancia de este tramo educativo. Como dice la Campaña de la Plataforma Estatal por la Educación Infantil de 0 a 6 años, todos los niños y niñas tienen derecho a  una educación pública universal desde su nacimiento y nadie debe quedar excluido. Porque la educación debe de ser respetuosa, cuidada, sana, cálida, libre, feliz  y digna. No puede ser un negocio en ningún caso y la administración no debe utilizar criterios economicistas. Los niños no son objetos a guardar, sino personas a las que educar. Porque la educación infantil es nuestro futuro.

Fuente: www.cuartopoder.es