La noticia provocó la alarma pocos días atrás: desde el inicio de la pandemia, cada vez más niños y adolescentes acuden al médico debido a parpadeos y carraspeos repetitivos, sonidos involuntarios, muecas, movimientos espasmódicos de la cabeza y de otras partes del cuerpo.
Los especialistas se reconocen sorprendidos ante el aumento de tics en el colectivo de menores: «En España vemos lo mismo que en otros países: es un fenómeno mundial. No hay que confundirlo con el síndrome de Tourette: se trata de un trastorno del movimiento funcional», indicó a La Vanguardia el doctor Darío Ortigoza, jefe de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
«Lo que vemos aquí desde hace poco es que la mayoría de afectadas son concretamente niñas y adolescentes entre diez y catorce años que empiezan a hacer estos movimientos o sonidos que parecen tics pero que en realidad no lo son, dado que no cumplen con la evolución en el tiempo que se suele dar en el síndrome de Tourette. Aparecen de forma súbita: la comunidad médica los llama TikTok tics».
Y es que la red social más usada por niños y adolescentes en todo el mundo está plagada de vídeos de otros adolescentes mostrando sus tics, a menudo bajo el hashtag «Tourette» o «síndrome de Tourette». ¿De dónde sale esta repentina moda y cuál es la relación entre este trastorno y TikTok? Veamos.
El peligro es que muchas de estas jovencísimas seguidoras, según los especialistas, padecen trastornos de neurodesarrollo en grado muy leve y sin diagnosticar. Ello las predispone a padecer ciertas patologías. Así, lo que empieza como una inocente imitación, acaba por fijarse en su conducta.
Algunas de las chicas han visto gravemente afectada su sociabilización y su vida cotidiana. Los tics llaman tanto la atención que no les permiten vivir su día a día con normalidad. Solo en el Hospital de Sant Joan de Déu han aparecido diez casos desde el inicio de la pandemia, algo insólito hasta ahora.
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