No está ni en Siria, ni en Afganistán, ni siquiera en Irak o en cualquier país en guerra que haya podido sufrir los efectos de la destrucción. Tampoco es consecuencia del último temporal que a peor ‘Gloria’ ha devastado el litoral levantino, balear y catalán provocando cuantiosos daños materiales y la muerte de más de una decena de personas. Este paisaje de desolación y devastación se encuentra a escasos kilómetros del Centro de la capital, en pleno distrito de Villa de Vallecas y cerca del río Manzanares. Se trata del Camino de la Magdalena, un recorrido de apenas 5 kilómetros paralelo al antiguo arroyo de la Gavia que une el Parque de la Gavia con el cauce fluvial y que, desde hace tiempo, es presa del continuo vertido, con impunidad y sin control, de escombros y de un sinfín de enseres de dudosa toxicidad.

Vallecas VA ha recorrido esta senda abandonada por las administraciones y víctima de incivismo donde ha podido comprobar un penoso estado que incluso se puede apreciar a golpe de ratón a través del Google maps. El catálogo de desperdicios es extenso: sacos de obra, ladrillos, azulejos, restos de frigoríficos, neumáticos, puertas, tableros, sillones, cristales, lunas de coches e incluso los restos de un dormitorio infantil con fotografías antiguas, peluches y hasta una traje de la comunión. Todo al alcance de cualquiera que transite por el camino.

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