La mayoría de las asociaciones de madres y padres de alumnos que hay en los centros escolares se crearon hace más de 20 años. Antes se conocían como APA (Asociación de Padres) y hoy empiezan a verse también como AFE (Asociación de Familias de Escolares). Las AMPA nacieron gracias al amparo del artículo 27 de la Constitución Española, se regulan por el Real Decreto 1533/1986 y se rigen por los estatutos que como asociación deben tener.
Su finalidad, como apunta el portal de Educación de Castilla-La Mancha, es la de «participar e intervenir en la gestión del centro, con el fin de mejorar la educación y lograr un clima de convivencia en el mismo». De hecho, según fuentes de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), que aglutina a cerca de 12.000 de estas agrupaciones, la AMPA idónea debería «mantener una buena relación con el resto de agentes de la comunidad educativa, participar en igualdad de condiciones, tener un porcentaje alto de asociados y poner al alumnado como eje de todas las decisiones que se tomen en el centro».
Para la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (COFAPA), que representa a cerca de un millón de familias en nuestro país, entre los objetivos de las AMPA destacan las de asistir a los padres de alumnos en todo aquello que concierne a la educación de sus hijos, colaborar con las actividades educativas del centro y promover la participación de las familias en la gestión y vida del centro. En la práctica, esto implica organizar actividades de formación para los progenitores y a apoyar a los padres con necesidades sociales o alumnos que requieran necesidades educativas específicas. «Buscamos promover la calidad educativa y por ello la AMPA debe estar dispuesta a colaborar con el profesorado y el alumnado, para facilitar el buen funcionamiento del centro. También realizamos actividades de carácter educativo que refuerzan el proyecto educativo del centro», comentan.
¿Por qué formar parte del AMPA de nuestros hijos?
Desde CEAPA consideran que resulta esencial ser parte de la AMPA «para defender los derechos de los hijos e hijas y lograr una educación de calidad. Como AMPA somos los encargados de mediar en muchas ocasiones entre el centro y las familias, afrontar los desencuentros que van surgiendo en el día a día y seguir reivindicando que se nos deje formar parte de las decisiones importantes del centro».