La luz de Ladislao Martínez se apagó el 6 de diciembre de 2014, pero su recuerdo sigue vivo en su instituto, el IES Villa de Vallecas. La comunidad educativa de este centro público aprobó el 27 de abril iniciar el proceso para cambiar su nombre actual por el de Profesor Ladislao Martínez. Referente del ecologismo y activista en multitud de frentes, Ladis, como lo llamaban sus alumnos y amigos, fue docente en las aulas de este instituto durante más de dos décadas. En ellas enseñaba Física y Química de una forma cercana y pedagógica.

El cambio de nomenclatura del centro se viene cociendo desde hace meses. Ladislao era una persona querida y comprometida y gozaba del cariño de quienes le rodeaban. La reivindicación ha unido a todos: compañeros de docencia, padres y alumnos. La primera piedra se puso el 27 de abril. Por la mañana, el claustro de profesores acordó sustituir el nombre del centro. Por la tarde, fue el Consejo Escolar, integrado por representantes de toda la comunidad educativa, el que determinó comenzar los trámites para el cambio. “Hay otro requisito, que es el acuerdo de la Junta Municipal. Me da la sensación de que va a llevar su tiempo”, explica Agustín Moreno, profesor de Geografía e Historia en el instituto. Francisco Pérez, concejal del distrito de Vallecas, avanza que el jueves se reunió con representantes del centro. «Apoyamos totalmente el cambio de nombre», ha afirmado.

Una vez que se completen todos los pasos, los requisitos serán enviados a la Dirección de Administración Territorial de Madrid capital, dependiente de la Consejería de Educación, para que proceda a sustituir el nombre del centro. Es la Comunidad de Madrid la que tiene la última palabra sobre el nombre del instituto, que en la actualidad cuenta con 770 alumnos. El IES Villa de Vallecas es uno de esos centros de “difícil desempeño”, una consideración que se dio a los colegios del distrito de Vallecas por el perfil socioeconómico de la zona y las características del alumnado. “Ahora mismo estamos acogiendo a muchos estudiantes que llegan de la Cañada Real. Es un centro bilingüe (con inglés) y complejo”, confirma Moreno.

Un referente moral

“Era una persona buena en el sentido machadiano de la palabra. Ladislao ha dejado mucho hueco en los compañeros y en los alumnos, aunque estos van pasando como un río y empiezan a no conocerlo”, subraya Moreno, que lleva seis años en el instituto y fue compañero del activista varios de ellos. En su opinión, Ladis sigue estando muy presente en el centro, por lo que ponerle su nombre es una decisión “correcta y merecida”. “Es positivo que sea haga porque, cuando faltan referentes morales, de compromisos personales tan fuertes como el suyo, hay que reconocerlo”.

Ladislao Martínez nació en Garcinarro (Cuenca) en 1958. En los años ochenta fundó Aedenat, hoy Ecologistas en Acción. Solía contar que emprendía batallas sin muchas posibilidades de éxito, pero gracias a sus conocimientos era un adversario tenaz que consiguió alguna que otra sonada victoria, como la de organizar en 2012 un movimiento multitudinario que paralizó la privatización del Canal de Isabel II, la empresa que gestiona el agua de Madrid. Ladis siempre militó en partidos de izquierda y, aunque tuvo ofertas para pasar a la política, nunca lo hizo. Sí participó en movimientos pacifistas, como la Comisión Anti OTAN, o la Marea Verde, ya que era un firme defensor de la educación públicay de la igualdad de oportunidades. Además, fue un gran crítico de la energía nuclear y un experto en energías renovables.

“Era una persona con una claridad de ideas muy grande. Hacía un gran análisis de las cuestiones medioambientales y de la sociedad. Su orden de valores pasaba por la defensa del medioambiente y lo combinaba muy bien con su práctica docente”, señala Agustín Moreno. Y añade: “Era muy didáctico porque se entregaba a la educación. Explicaba las cosas complicadas con una gran sencillez. Era muy afable en las formas, muy cercano a los demás. Su muerte fue un gran golpe”.

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