La depresión en los adolescentes presenta señales y síntomas distintivos: cambios en el sueño y en la alimentación, falta de autoestima, bajada del rendimiento escolar, comportamientos violentos. Descubre 10 claves para identificarla.

La adolescencia es una etapa crucial de la vida, en el que se suceden cambios emocionales y físicos muy intensos que dan paso a la madurez. Sin embargo, hay conductas atípicas incluso para este proceso, como los cambios violentos en el estado de ánimo, el aislamiento, la sensación continua de desazón y desánimo, todos ellos presentes en la depresión. Es la principal enfermedad entre los adolescentes y presenta claros síntomas, que de desatenderse pueden generar graves consecuencias.

La depresión en cifras
A nivel mundial, más de 350 millones de personas padecen depresión. De acuerdo al informe de 2014 «Salud para los adolescentes del mundo», de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión no es solo la principal enfermedad entre los jóvenes de 10 a 19 años, sino que además es el principal motivo de discapacidad entre los adolescentes de ambos sexos.

Concretamente en España el 40% de la población ha sufrido o sufre cada año episodios de depresión o ansiedad, es decir aproximadamente 6 millones de individuos. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud (2006), la depresión mayor afecta a un 1,8% de niños de 9 años, al 2,3% de los adolescentes de 13 y 14 años y al 3,4% de jóvenes de 18 años.

 10 claves para identificar la depresión adolescente 
Hay diversos organismos internacionales como la OMS, la National Association of School Psychologists de Estados Unidos, o la prestigiosa Clínica Mayo que amplían acerca de los síntomas que sufren los adolescentes depresivos y consejos para atajar los trastornos. Te acercamos 10 claves para identificar la depresión:

1. Problemas de sueño

Los cambios en los hábitos de sueño es una de las evidencias físicas iniciales en la depresión. Un joven que apenas duerme o pasa en la cama más tiempo de lo normal puede estar experimentando depresión.

2. Distintos hábitos de alimentación

Los extremos se relacionan también con la comida: si comen demasiado o no comen absolutamente nada, eso no es bueno. Los trastornos alimentarios pueden vincularse estrechamente con la depresión, como es el caso de la bulimia o la anorexia.

3. Una pérdida de interés en actividades que realizaba antes

Dejar de dusfrutar sys pasatiempos preferidos es una señal negativa. En muchos casos estará constantemente aburrido y querrá pasar todo su tiempo solo.

4. Abandono de los amigos

En esta necesidad de estar solo, es muy común que se aleje y pierda interés en sus amistades.

5. Irritabilidad y tristeza espontánea

El estar enfadado con frecuencia o sollozar de manera espontánea son 2 rasgos comunes en quienes padecen depresión. Entre los más jóvenes, la ira y el llanto sin causa aparente debe ser motivo de preocupación.

6. Falta de concentración y bajo rendimiento escolar

Los adolescentes deprimidos no tienen mucha capacidad de concentración, les cuesta recordar cosas y tomar decisiones, todas características que inciden normalmente en su desempeño académico.

7. Comentarios negativos sobre sí mismo

La falta de autoestima es muy común entre los adolescentes, pero es el aumento al punto de lo crónico lo que preocupa. Los comentarios autodespectivos pueden ser una señal de depresión, como también lo son la culpa exagerada, las críticas desmesuradas o la necesidad de apoyo incondicional ante el fracaso.

8. Comportamientos violentos o criminales

Cuando realizan bullying, pelean con otros compañeros o se implica en acciones violentas, es posible que ese adolescente padezca depresión, como también puede estarlo si experimenta comportamientos sexuales de riesgo y el aumento en el consumo de alcohol y drogas.

9. Huídas del hogar

Escapar de la casa es algo de lo que se debe estar atento.

10. Pensamientos suicidas

En muchos casos son la prueba definitiva que el adolescente está sufriendo un malestar psicológico. La mayoría de estos pensamientos se centran en la muerte o en la falta de sentido que tiene su vida, verbalizándose en frases como ‘Me quiero morir’, y en última instancia se revelen en intentos de suicidio o de auto-castigo como los cortes.

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