La confederación de asociaciones de padres y madres de alumnos mayoritaria en la escuela pública, la CEAPA, pide a las familias que no lleven a sus hijos a hacer la prueba de evaluación de 3º de Primaria (alumnos de ocho años) prevista en la LOMCE, que la mayoría de comunidades autónomas ha previsto desarrollar desde mayo.
Según han explicado sus representantes este miércoles en rueda de prensa, llevan “más de dos meses” reclamando al Ministerio de Educación, las consejerías de Educación de las comunidades autónomas y los centros educativos cuáles van a ser las consecuencias de estas pruebas sin obtener respuesta. Quieren saber si puntuará en el expediente o influirá en que el estudiante repita curso o para su evaluación continua. Aseguran que solo una comunidad autónoma, Castilla y León, les ha indicado “explícitamente” que se tendrá en cuenta el resultado para la promoción de curso y que se valorará en la siguiente evaluación, en 6º de Primaria.
“No es un boicot, no estamos diciendo que desalojen los centros pero sí que el que tenga dudas no la haga”, ha explicado José Luis Pazos, portavoz de Ceapa, que respalda que existan pruebas de evaluación externas, pero sobre las que se conozcan “todas las consecuencias”. “El padre que ha pedido explicaciones y no se las han dado puede pensar que puede tener graves perjuicios para su hijo”, añade. Ceapa representa a 11.000 asociaciones de padres de centros públicos y más de cuatro millones de familias, según sus datos.
La confederación de padres ha facilitado dos modelos de “justificante” a las familias que no quieran hacer la prueba. En el primero, explican al centro que su hijo acudirá a clase pero no hará la prueba. Hay un segundo modelo previsto por si el centro rechaza dejar al estudiante al margen del examen. Se explica que, “por decisión familiar”, el menor no acudirá ese día al centro. Según Pazos, las familias pueden ampararse en que esta prueba “va en contra del derecho a la educación de los hijos porque no se sabe qué consecuencias” tendrá para su futuro académico.
Desde Ceapa temen que los centros tomen “medidas extraordinarias” si los resultados de la prueba no son los adecuados. “Es una forma de ir encarrilando a los alumnos sin tener en cuenta muchas variables”, explica Jesús Salido, presidente de Ceapa. “Creemos que es una reválida encubierta”, ha añadido. Rechazan la publicación de rankings como los que favorecieron comunidades autónomas que ya incluyen evaluaciones externas a los alumnos, como Madrid.
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