El día 24 de febrero se publicaron los currículos de la asignatura de religión católica en la educación primaria, secundaria y bachillerato. Según la legislación vigente, los currículos de las diferentes confesiones religiosas con las que el Estado español ha establecido convenios de cooperación educativa son de competencia exclusiva de las respectivas autoridades eclesiásticas. Estas confesiones son la católica, la evangélica, la judía y la islámica. El currículo de la asignatura de religión islámica fue publicado el 26 de noviembre del 2014, el único que conozco de religión evangélica fue publicado en el BOE el 6 de julio de 1993, y no tengo conocimiento de ningún currículo de la confesión judía.
La primera dificultad de este pantanoso problema es que el título de “confesión” resulta ofensivo a todas ellas, porque todas consideran que son “la verdadera” religión, y todas las demás “sectas heréticas”. En España, alguna de ellas se considera discriminada. Según el “Estudio de la población musulmana” publicado por la Comunidad islámica de España, en nuestra nación hay más de doscientos mil musulmanes en edad de escolarización, de los cuales sólo 10.000 reciben clases de religión islámica en nuestras aulas.
Ya sé que muchos de ustedes piensan que estamos haciendo el tonto, que deberíamos exigir convenios de reciprocidad con los países islámicos, pero por ahora prefiero quedarme en la superioridad ética de nuestra postura. El reconocimiento de la libertad de conciencia es un logro ético, no religioso. Las religiones están encerradas en la “trampa de la verdad absoluta”, y no soportan a las otras religiones. Para ser rigurosos, habría que decir que son las religiones monoteístas las que mantienen esta intransigencia, en oposición a las politeístas, sean griegas, romanas, indias o chinas. Por esta razón en mis libros he defendido que las religiones han generado la ética que, en una vuelta parricida, han limitado las religiones de las que surgió. La libertad religiosa no es un creación religiosa, sino laica. En 1864, Pío IX publicó el Syllabus,donde condena a los que afirmen que el Estado no debe ser confesional y sostengan que “todo hombre es libre de abrazar y profesar la religión que juzgue verdadera, guiado por la luz de la razón”. Solo dentro de la Iglesia hay salvación.
Extracto del artículo: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2015-03-03/debe-haber-una-asignatura-de-religion-en-la-escuela-publica_720718/