Uno de los factores más importantes para que los niños se desarrollen de forma plena es la adquisición de una autoestima positiva. Y, en este proceso, el adulto tiene mucho que ver.Tener una buena autoestima hace que la visión que el niño tiene de si mismo sea positiva y que sea consciente de sus capacidades, hecho que le proporcionará éxito en el proceso de aprendizaje y en el proceso de socialización en sus relaciones con sus iguales y con los adultos que le rodean, actuando con autonomía, independencia y seguridad, y mostrando sus emociones con naturalidad.Por el contrario, un niño sin autoestima evitará situaciones que le provoquen ansiedad, despreciará sus dotes, sentirá que nadie le valora y echará la culpa de sus fracasos a los demás.
La autoestima influye directamente en el rendimiento escolar, de manera que un niño más inteligente puede tener peores resultados si su autoestima es baja, ya que ellos dependerán de cómo se sienta el niño consigo mismo y del ambiente que lo rodee. De igual manera puede suceder muy al contrario, y pueden darse mejores resultados en niños menos inteligentes cuya autoestima sea positiva.El papel que juegan los adultos en este aspecto del desarrollo del niño es fundamental, ya que nuestra actitud y nuestro ejemplo influye de manera directa en ellos. Así que debemos hacer hincapié y potenciar todas sus buenas cualidades para lograr que desarrollen una autoestima positiva que les permita crecer como personas completas.
Pautas para mejorar la autoestima
Son muchas las cosas que podemos hacer los mayores para elevar la autoestima de los niños. Os enumeramos algunas de ellas:
– Hacerles que sean conscientes de sus aspectos positivos. Hablar con ellos y decirles aquello que hacen bien o que más nos gusta de ellos, les dará una gran confianza en sí mismos.
– Proporcionarles ocasiones para hacer cosas y, después, felicitarles por aquello que hacen bien y hacerles de guía y darles ánimo para aquello que no hacen tan bien, pero que lograrán más adelante con nuestro apoyo.
– Darle responsabilidades de acuerdo con su edad.
– Si se equivocan, les corregiremos desde un punto de vista positivo. Nunca reforzando la sensación de que no saben hacerlo, sino todo lo contrario, haciéndoles ver que de los errores se aprende y que en próximas ocasiones les saldrá mejor.
– Nunca los compararemos con otros niños, ya que cada uno es único y especial y hemos de hacerles conscientes de ello y de sus cualidades, que pueden no ser las mismas que las de otros niños , y que se harán patentes y se perfeccionarán si se dan las condiciones necesarias para su desarrollo.
Siguiendo estos sencillos consejos, conseguiremos que el niño se sienta mejor consigo mismo y con los demás. Si los apoyamos, si los hacemos sentir parte de un grupo y de un ambiente con el que se relacionan y en el que son importantes, les hacemos conscientes de las cualidades y capacidades que los hacen únicos y que los diferencian de los demás, y no por ello es malo sino todo lo contrario. Esto los convierte en singulares y por lo tanto sienten que pueden aportar al grupo algo importante, hecho muy válido para que su autoestima sea positiva.También debemos proporcionarles los medios las oportunidades y la capacidad de modificar las circunstancias de su vida de manera significativa. Esto significa que deben tener responsabilidades y aprender a ser capaces de resolver solos sus problemas, siempre adecuados a su edad, cosa que se consigue estableciendo unas normas de comportamiento tanto en casa como en el colegio que les permita colaborar en tareas diversas, además de las suyas propias.Si seguimos estos sencillos consejos y nuestra actitud con los niños es positiva, valorando sus cualidades, haremos que tengan una buena autoestima, hecho que influirá positivamente durante el resto de sus vidas.