César Bona publica su segundo libro ‘Las escuelas que cambian el mundo’ en el que resume su experiencia del último año y medio en el que ha visitado colegios españoles con el proyecto Escuelas Changemaker de la ONG estadounidense Ashoka.
Si le interesa el mundo educativo lo más probable es que sepa quien esCésar Bona. En 2014 fue finalista al Global Teacher Prize, el premio Nobel de los profesores. La candidatura la presentó un amigo pianista que había colaborado en una actividad de la clase con la grabación de una película muda. «Eso me ha dado la oportunidad de aprender de los demás en este tiempo que he recorrido las escuelas».
Su primer libro ‘La nueva educación’ lleva 50.000 ejemplares vendidos. Acaba de salir el segundo ‘Las escuelas que cambian el mundo’. Resume su experiencia del último año y medio en el que ha visitado colegios españoles con el proyecto Escuelas Changemaker de la ONG estadounidense Ashoka, con sede en España.
España es el cuarto país de la OCDE con más carga de deberes. Los alumnos dedican 6,5 horas a la semana frente a 4,9 de media. La encuesta de las familias de la pública eleva esa media. Uno de cada cinco padres señala que sus hijos tienen hasta dos horas y media diarias de tareas fuera de clase.
El ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo,dijo el curso pasado que los deberes debían convertirse en un motivo «de reflexión». Los Gobiernos regionales de Madrid, Canarias, Cantabria o Murcia han aprobado recomendaciones en sus parlamentos para racionalizar el tiempo de deberes.
César Bona va más allá de un debate simplista de a favor o en contra de las tareas escolares: «Si ponemos en una balanza el hacer las cosas de forma mecánica o dejar con ganas a los chavales para aprender me quedo con la segunda».
«Un sistema educativo memorístico»
Para César Bona «todos los niños son investigadores» y eso habría que tenerlo en cuenta a la hora de mandar la tareas: «Los deberes deberían complementar ciertos aspectos. Ya sea en forma de investigación orelacionándolo con lo que tienen en su entorno. El sistema educativo sigue siendo memorístico y repetitivo».
El profesor Bona cree que es uno de los aspectos que hay que cambiar, y que como todo cambio, «opone resistencia. La sociedad tiene que estar preparada para el cambio que demanda. Hay que prepararse mediante la reflexión».
«Los deberes repetitivos no hacen que aprendan»
Los padres piden a los profesores que se coordinen a la hora de mandar las tareas. «A poco que sean, si sumas todos los deberes de los profesores, los alumnos se juntan con dos horas. Luego les toca estudiar e ir a alguna extraescolar». La agenda de los más pequeños suele estar llena de actividades dirigidas y disfrutan de poco tiempo libre. «Deben de tener tiempo hasta para aburrirse. Es en esos momentos cuando crean cosas e imaginan. Ya pasan suficientes horas en la escuela. ¿Qué dice un adulto cuando llega el viernes? ¡Por fin! ¡Voy a desconectar! En cambio, un niño cuando llega el viernes pregunta a sus padres, ¿cuándo hago los deberes: el viernes, el sábado o el domingo?
Que los chavales tengan ganas de ir a la escuela a la mañana siguiente debe ser uno de los retos educativos, según sostiene el profesor Bona. «Lo que consiguen los deberes repetitivos es desmotivar y la mayoría los hacen para tenerlos hechos al día siguiente o para no llevarse una mala nota. No los hacen para aprender».
«Hay vida más allá de los deberes»
César Bona es partidario de crear hábitos de estudio, pero «no de una formamachacante que no aporte nada y suponga rellenar huecos todo el rato en una ficha. Como me decía una madre hace poco: hay vida más allá de los deberes. El fracaso escolar no pertenece a los niños, pertenece al sistema»
Opina el profesor Bona que la enseñanza sigue enfocada al resultado cuando «el proceso es más importante. Les damos las respuestas que tienen que aprende y luego les invitamos a vomitarlas en una hoja en lugar de hacerles reflexionar. Hay que enseñarles a pensar».
Gran defensor del juego al que deberían «dedicar más tiempo», César Bona destaca que hay otra vertiente social que se anula con los deberes: «Es importante hacerles ver qué es lo que tienen a su alrededor, caminar con ellos por la calles y estar receptivos, con las antenas subidas». Así es César Bona, un profesor convencido de que la escuela no tiene que ser el reflejo de una sociedad competitiva, sino que la escuela debe cambiar la sociedad.
Fuente: cadenaser.com