Yo elijo escuela pública porque mi hijo va a ser valorado como persona, van a potenciar sus capacidades y cualidades, y van a dejar que disfrute de su infancia. Porque mi hijo va a la escuela a recibir conocimientos y valores, y no a ser adoctrinado ni a que sea coartada su libertad de pensamiento y expresión. Porque sus maestros han sido seleccionados cuidadosamente en función de sus conocimientos y valía. Porque en la escuela pública mi hijo va a convivir con el crisol de culturas con el que se encontrará en su vida adulta. Porque soy defensora de la igualdad y del derecho a la educación de todos los niños con independencia de raza, clase social y sexo. Porque quiero que mis impuestos se destinen a la financiación de una educación en igualdad y laica, y no se empleen en mantener escuelas católicas diezmando los recursos de la escuela pública.