Las rabietas forman parte del proceso de maduración de los niños. Al menos es un alivio saber que no somos los únicos padres del mundo que las sufrimos y que nuestros hijos no son pequeños monstruitos gritones y llorones.
Las rabietas son la respuesta que le dan los niños a su frustración. Cuando algo no sale como ellos quieren, cuando les decimos que no a algo o simplemente cuando tienen sueño o están cansados, experimentan esa mezcla de emociones negativas que no saben gestionar y que airean con gritos, llantos y patadas.
Suelen aparecer hacia los 2 años y deberían durar hasta los 4-5 años. Todos los niños hacen alguna rabieta en su vida. Aunque los hay que parece ser su forma de vida.
¿Por qué unos niños tienen más rabietas que otros? Puede ser por su propio temperamento o porque los padres, sin saberlo, las han reforzado. Hay niños mucho más expresivos que otros y normalmente estos son los niños que más rabietas hacen.
Claves para prevenirlas
1. Predecirlas
2. Elegir bien cuando digo NO
3. Estar atento a sus necesidades
4. Avisar antes de frustrar
5. Rutina y descanso
¿Qué hacer cuando nuestro hij@ tiene una rabieta?
1. Ignorar
2. No ceder
3. Dar un abrazo
4. Poner nombre a lo que ha pasado
5. Ofrecer una actividad agradable
Para ver el artículo completo pincha aquí.