Los seres humanos somos empáticos pero esta capacidad puede fomentarse o anularse según la manera en la que somos educados y tratados desde la infancia. Y también podemos enseñarle a los niños sobre la empatía, primero, desde el respeto por sus sentimientos y necesidades, pero también con ejercicios y actitudes que refuerzan esta capacidad. Vamos a hablar de la empatía y os daré cuatro ideas para enseñar empatía a los niños.

¿Qué es la empatía?

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar de otro y comprender lo que siente o piensa sin que sea necesario que lo exprese directamente, haciendo que la comunicación sea respetuosa con el otro, entendiendo sus vivencias, emociones y opiniones como fruto de su situación única.

La Real Academia define «Empatía» como la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Es evidente que ser empático nos va a hacer mejorar nuestras relaciones con los demás, comprenderlos y ayudarlos, evitando juicios dañinos.

He dicho que los seres humanos somos empáticos, y en eso están identificando actualmente las investigaciones en neurociencia mecanismos que lo explican: las neuronas espejo. Estas neuronas se activan cuando un sujeto observa la acción de un congénere y son definitorias de la capacidad para comprender al otro. Podemos observarlas en los bebés que bostezan o sonríen al vernos a nosotros hacerlo y, cuando crecemos, se entiende que nos ayudan a identificar las acciones y emociones de los demás.

Sabemos que los bebés lloran simplemente al escuchar a otro bebé llorando. Y eso sucede porque imitan para sincronizarse emocionalmente con su entorno. Además, seguro que os habréis dado cuenta como vuestros bebés reflejaban vuestra situación emocional incluso si intentábais disimular: estaban apagados si estáis tristes, nerviosos si estáis preocupados, alegres si sentís euforia… eso es la empatía.

Las madres desarrollan una empatía muy intensa hacia sus hijos pequeños pues es preciso, naturalmente, que sean capaces de comprenderlos para poder cuidar mejor de ellos y esto sucede desde el embarazo.

Incluso si tenéis mascotas os habrá asombrado como el perro especialmente se angustia si estáis tristes y viene a veros si estáis malos o llorando. Eso es empatía.

Los niños hacia los dos años dejan de imitar inconscientemente al descubrirse como entidades separadas y demuestran su preocupación por nuestros sentimientos, queriendo ayudar a que nos sintamos mejor y hasta se emocionan si ven dibujos que cuentan una historia triste. Se identifican e identifican las emociones de otros.

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