Como os mostramos más abajo, las reivindicaciones que nuestra AMPA apoyó el pasado domingo junto al resto de AMPAs de Villa de Vallecas y la Asociación Vecinal Ensanche de Vallecas se hacen eco en la prensa.
El día había amanecido ventoso y decenas de niños aprovecharon para jugar con cometas artesanales en un descampado del Ensanche de Vallecas, uno de los últimos desarrollos urbanos de la capital. La actividad, aparentemente lúdica, escondía una reivindicación: las cometas eran todas intencionadamente verdes, color asociado a la defensa de la educación pública. El lugar tampoco resultaba casual.
Los niños ocupaban la desierta parcela reservada, desde hace años, para la construcción de un instituto público para este nuevo barrio que se extiende a lo largo de 700 hectáreas al sureste del distrito de Villa de Vallecas y donde residen ya más de 30.000 personas.
Ayer, varias decenas de madres y padres acudieron junto a sus hijos a la enésima convocatoria vecinal para reclamar a la Comunidad de Madrid la construcción del prometido centro de educación secundaria en la calle La Granja de San Ildefonso. Allí se ha levantado un centro de educación infantil, también el colegio Agustín Rodríguez Sahagún, aunque en el contiguo solar para el instituto público sólo crece la maleza.
«La Consejería de Educación dice que no lo construye porque todavía no hay demanda», explica José Antonio, uno de los padres que se sumaron a la protesta.
«Sin embargo, en el Ensanche ya se está construyendo el tercer instituto privado, que en realidad es concertado por la Comunidad de Madrid», añade. En el distrito de Villa de Vallecas, uno de los más grandes en superficie de la capital y con casi 100.000 habitantes, sólo existen dos institutos públicos, uno en el casco viejo del antiguo pueblo y otro en el barrio de Santa Eugenia, «que está al otro lado de la Autovía de Valencia y nos queda muy mal comunicado», lamenta Enrique, que también tiene hijos en edad escolar.
El Gobierno regional tiene previsto comenzar las obras del instituto en 2016 como pronto, y aunque esgrime que todavía no existe la suficiente demanda de plazas para Secundaria, ha convertido otro colegio del barrio, el Loyola de Palacio, en un centro integrado donde conviven estudiantes de todas las etapas educativas obligatorias, desde niños de infantil hasta adolescentes de la ESO.
«Es un parche para no construir el instituto», opina Paloma Calvo, presidenta del AMPA del colegio Agustín Rodríguez Sahagún, «pero ya se ha demostrado que no es la solución, porque el problema se ha agravado. Es una necesidad urgente. Somos un barrio de gente joven con hijos que están creciendo».
Los alumnos que terminan Primaria en el Rodríguez Sahagún son dirigidos al instituto Palomeras, situado en el distrito de Puente de Vallecas, a varios kilómetros de distancia. Entre ellos, la hija mayor de Paloma. «El instituto está saturado, tiene una ratio que supera lo deseable, con más de 30 alumnos en cada clase. Los padres que queremos educación pública para nuestros hijos no tenemos opción, y esto pone en entredicho la libre elección de la que alardea la Comunidad de Madrid», sentencia la portavoz del AMPA.
Fuente: www.elmundo.es