Nunca debemos dejar que la escuela interfiera con nuestra educación. Por lo menos eso pensaba Mark Twain, escritor y humorista estadounidense que hizo conocidas críticas al sistema educativo. Habría que pensar si lo que dijo Twain hace tantas décadas no es hoy más vigente que nunca.
Y es que la mayoría de los sistemas educativos, por lo menos en el continente americano, diluyen las capacidades de cada individuo en un solo propósito: el de servir a un sistema productivo. Nos educan para perseguir el dinero y competir entre nosotros; a lo más que la mayoría puede aspirar es a ser un mejor asalariado que el promedio. La prueba de esto es que la filosofía y el arte han ido desapareciendo paulatinamente del panorama educativo en cientos de países, incluido México.
Mientras esto sucede en América, 1,000 escuelas en la India tendrán un plan de estudios diseñado por el Dalái Lama, enfocado a fomentar la felicidad individual y colectiva.
Le han llamado “el currículum de la felicidad”, y fue presentado a principios de julio en una ceremonia dada a conocer por la agencia de noticias Reuters. En la ceremonia se encontraban presentes autoridades estatales en educación y el propio Dalái Lama, quien manifestó el objetivo del currículum:
Nuestra meta es alcanzar y desarrollar la compasión y la felicidad.
De esta manera, los sistemas educativos en la India comenzarán a incorporar el conocimiento ancestral, que se funda sobre un profundo conocimiento de las emociones y un arduo trabajo introspectivo cuyo objetivo es irradiarse al mundo en forma de estabilidad y felicidad.
De esta manera, los sistemas educativos en la India comenzarán a incorporar el conocimiento ancestral, que se funda sobre un profundo conocimiento de las emociones y un arduo trabajo introspectivo cuyo objetivo es irradiarse al mundo en forma de estabilidad y felicidad.
Los estudiantes desde guardería y hasta octavo grado tomarán estas “clases de felicidad” basadas en la espiritualidad, mas no en la religión. Las clases estarán compuestas de prácticas que cultiven la mente, como la meditación, pero también el conocimiento científico, según aseguró el Dalai Lama.
Todo girará en torno a extraer la sabiduría del pensamiento indio –incluido el budismo– y reformularla a la luz de la academia y las nuevas necesidades de la sociedad, sin que haya en ello una pizca de adoctrinamiento, algo que distingue también a los sistemas educativos occidentales, como bien ha señalado el lingüista Noam Chomsky.
¿Qué pasará con estas nuevas generaciones indias? Habrá que verlo en unos años, pero los resultados serán seguramente maravillosos. Haríamos bien en poner en marcha programas así en todo el mundo, pues de otra manera, las consecuencias de una mala educación impactarán negativamente a todo el planeta y serán cada vez más irreversibles.
Fuente: https://ecoosfera.com/